Para muchas personas con rosácea, la época estival puede convertirse en en un problema ya que en esta estación es muy fácil tener una recaída debido a que los factores ambientales y ciertos aspectos del estilo de vida de estas fechas, ocasionan vasodilatación y brotes. Para evitar que esto ocurra lo mejor es tomar cierta precauciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
¿Qué factores afectan a la rosácea en verano?
- El calor. La exposición intensa al sol, las altas temperaturas y el aumento de la actividad física pueden desencadenar brotes graves de rosácea.
- Estilo de vida. En verano nuestra rutina cambia por completo, horarios, dormir menos, más tiempo al aire libre, etc.. todos estos factores pueden empeorar la rosácea.
- Cambios en la dieta. Esta época se suele caracterizarse por salir más a comer, consumir más alimentos especiados, carnes adobadas, más cítricos y un aumento en la ingesta de bebidas alcohólicas. Todo esto afecta negativamente al paciente con rosácea en verano.
Consejos para controlar la rosácea en verano
- No interrumpir el tratamiento. Esta es la prime norma para evitar recaídas. Hay que intentar tomar la medicación según lo prescrito. Por eso es aconsejable un tratamiento adecuado y de fácil cumplimiento para la época estival.
- Cuidar los hábitos de vida
- Utilizar un filtro solar facial adecuado para pieles sensibles con un índice 50 y no olvidar repetir su aplicación asiduamente.
- Evitar el calor y exposición directa al sol durante las horas centrales del día, así evitaremos la vasodilatación.
- Uso de agua termal para bajar la temperatura facial y reducir la inflamación.
- Realizar actividad física por la mañana temprano y siempre evitando aumentar demasiado la temperatura corporal.
- Evitar hacer comidas muy pesadas o demasiado especiadas y limitar el consumo de alcohol.
Esperamos que estos consejos os ayuden a pasar un verano tranquilo y sin complicaciones. Para cualquier dudad podéis consultarnos sin compromiso.
¡Feliz verano!
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